La mHealth permite ahorrar tiempo a los médicos para centrarse de nuevo en el paciente

Autor: Adrià G.Font   /  12 de febrero de 2014

El término mHealth se emplea ampliamente para describir el uso de las tecnologías móviles para la prestación de asistencia sanitaria y para el bienestar. En Estados Unidos, extender el uso de la mHealth es "el reto más grande para el país", en palabras de la secretaria de Salud y Servicios Sociales del Gobierno de Obama, Kathleen Sebelius. Aunque aún no se ha generado suficiente evidencia científica, todo apunta a que la mHealth será palanca de cambio de los servicios de salud, ya que tiene un gran potencial para solucionar las ineficiencias de los sistemas sanitarios. Un artículo publicado The Journal of the American Medical Association (JAMA) analiza las oportunidades.

En la apuesta de los Estados Unidos por la mHealth convergen tres factores clave:

  1. La urgencia por encontrar soluciones disruptivas para frenar el gasto insostenible en sanidad
  2. El crecimiento rápido y continuo del número de conexiones inalámbricas y de aparatos móviles
  3. La necesidad de una medicina personalizada y centrada en el paciente.

No obstante, hay que tener en cuenta que aún hoy todavía existen barreras importantes para el desarrollo de la mobile health en el país norteamericano. Entre éstas, se encuentra la complejidad de su sistema sanitario o la preocupación de los facultativos para la relación médico-paciente y un posible aumento de la carga de trabajo. Además, el hecho de que los pacientes tengan fácil acceso a miles de apps y aparatos supone un esfuerzo de revisión y de validación de las herramientas de mHealth, una responsabilidad que hoy lidera la FDA en los Estados Unidos.

En todo caso, los expertos consideran que la mHealth puede transformar la asistencia sanitaria en los Estados Unidos, si se aplica a las prácticas ineficientes y los retos del sistema sanitario, compartidos por pacientes y médicos:

  • El empoderamiento de los pacientes:

La mHealth permite la autogestión de la salud y los síntomas agudos. También conlleva la mejora de la monitorización, el seguimiento y la comunicación con el médico de datos referentes a la presión sanguínea, los niveles de glucosa o los resultados de espirometría, entre otra información biométrica, sobre todo en los pacientes con enfermedades crónicas. Todo ello favorece diagnósticos más rápidos, un mejor control de la enfermedad y, en paralelo, una reducción del número de visitas a urgencias y atención primaria.

  • La gestión de síntomas y cuadros leves:

En la actualidad, existen aparatos y apps dirigidas a tratar y gestionar la mayoría de casos clínicos agudos donde esté el paciente. Por ejemplo, en cuanto a las infecciones respiratorias virales leves, ya es técnicamente posible que los médicos realicen el triaje y decidan si el paciente necesita exploración y pruebas gracias al uso de los smartphones. El paciente incluso podrá consultar si en su comunidad local (escuela, lugar de trabajo, etc.) Hay otras personas con los mismos síntomas. De este modo, la reducción del gasto sanitario es factible.

  • La gestión de la cronicidad:

El sistema sanitario de los Estados Unidos está mal diseñado en cuanto a la gestión de la cronicidad, como se ha demostrado con el poco éxito en el control de la hipertensión, la enfermedad crónica más habitual en el país. En este caso, la monitorización en el propio hogar representa un método eficaz para mejorar el control de la presión sanguínea, disminuir la necesidad de acudir a la visita del médico y al mismo tiempo reducir los riesgos asociados. Los pacientes de diabetes o de enfermedades respiratorias, como el asma o la EPOC, también se pueden beneficiar de un mejor control de sus valores biométricos, incluso en tiempo real y con feedback personalizado de los profesionales de la salud.

  • La mejora de la relación médico-paciente:

Aunque algunos profesionales de la salud temen que la implantación de la mHealth puede distanciar a médicos y pacientes, lo cierto es que existe una oportunidad de fortalecer esta relación. Si se elimina la implicación innecesaria de los facultativos en los cálculos y el análisis de datos, los médicos dispondrán de más tiempo para los pacientes y para centrarse en diagnosticar y educar en salud.

Por todo ello, desde EE. UU. se considera que la mHealth tiene el potencial suficiente para cambiar la forma en que se presta actualmente la asistencia sanitaria e insisten en que se cumplirán las expectativas de la administración, médicos y pacientes depositadas en las TIC.

Por un lado, los pacientes podrán implicarse más en la gestión de su salud y disfrutarán de una medicina personalizada. Por otra parte, la mHealth permitirá que los médicos ahorren tiempo para centrarse en el arte de la medicina. Aún así, el camino a recorrer es largo y el primer paso es generar evidencia en la práctica clínica para confirmar los beneficios de la mHealth para todos los agentes implicados.

 

Referencia bibliográfica

Steinhubl , S. R, Muse . E. D, Topol, J. R. Can Mobile Health Technologies Transform Health Care? JAMA (The Journal of the American Medical Association). 11 de diciembre de 2013 [acceso: 11 de febrero de 2014]. Disponible en: http://jama.jamanetwork.com/article.aspx?articleID=1762473