TDAH y Realidad Virtual, un proyecto impulsado desde el Vall de Hebrón Institut de Recerca

Autor: Victor Barberà   /  22 de octubre de 2018

Joan Francesc Serra Pla es Psicólogo Interno Residente en el Hospital Vall de Hebrón, profesor a la Academia APIR y doctorando en psiquiatría en la Facultad de Medicina de la UAB. Hoy conversamos con él sobre un proyecto para tratar el TDAH con Realidad Virtual en el que participa, impulsado desde Vall de Hebrón Instituto de Investigación.

  • ¿Puedes explicar brevemente en que consiste el TDAH?

El TDAH es un trastorno muy común que se inicia en la niñez. Actualmente, según cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS), más del 7% de los niños de la población general sufren este trastorno, y en el 70% de los casos persistirá en la etapa adulta. El TDAH está caracterizado por una disfunción clara en el mantenimiento de la atención, y en algunos casos, viene acompañada de hiperactividad e impulsividad. Se observan niños con una hiperactividad motriz, mucha inquietud, que tienden a la precipitación, a una verborreainusual, etc. y aunque lo más frecuente (en un 70% de los casos) es que se den a la vegada, tanto el déficit de atención como la hiperactividad, no siempre es así; Hay un porcentaje menor, alrededor del 20%, que sufre sólo de inatenció, y en un 5-10% de los casos, el problema sólo es de hiperactividad.

  • ¿Cuáles son los objetivos de este proyecto que propone utilizar la RV como herramienta para el tratamiento del TDAH?

Aumentar la adherencia al tratamiento por su corta duración y el atractivo de la Realidad Virtual, tratar los síntomas del TDAH, la posible ansiedad y depresión comorbida, y mejorar su funcionalidad y calidad de vida.

  • ¿Estamos ante un tratamiento preventivo o reactivo?

El tratamiento se realiza una vez se diagnostica el TDAH, por lo tanto no podemos hablar de que sea preventivo, si bien se puede aplicar en fases muy iniciales o antes de que haya presencia de otros problemas psicológicos paralelos y tipificados.

  • ¿Qué metodología propone y en qué muestra o segmento de población se centra?

Son 4 sesiones de 30 minutos cada una. Cada sesión consta de un módulo nuevo de mindfulness. La primera sesión se realiza en la consulta con un psicólogo, se le entregan las gafas de RV y el móvil. Se le enseña al paciente a practicar en casa durante una semana. La semana siguiente viene a consulta, se repasa todo lo aprendido, y se realiza la sesión 2, que después practicará en casa durante el resto de la semana. Las sesiones 3 y 4 siguen un formato idéntico. Durante todo el proceso de tratamiento (que acaba siendo 1 mes) al paciente se le facilita un correo de contacto por si surge algún problema técnico. Previamente se han evaluado una serie de variables en relación al TDAH, a la ansiedad, la depresión, la funcionalidad y la calidad de vida. Al acabar el tratamiento se vuelven a evaluar para comprobar si se ha dado una mejora en estas variables. Al mes siguiente se vuelve a citar al paciente para hacer un seguimiento sobre los cambios, si se mantienen o no, y se repite a los 3 y 6 meses después del tratamiento.

  • ¿En qué punto se encuentra el mundo de la investigación en relación a tratamientos y asistencia con tecnología?

Desde hace unos 3 años hay un crecimiento masivo en investigación médica con las TIC. Concretamente el mundo de las apps y la realidad virtual atrae muchísimo a todas las especialidades médicas. Son unas herramientas que encajan muy bien con la investigación clínica. Eficientes y útiles, sin duda unas herramientas que han llegado para quedarse.

  • ¿Qué innovación aporta la tecnología basada en RV a los procedimientos o tratamientos tradicionales?

El gran adelanto ha sido para el tratamiento de las fobias. Por ejemplo el miedo a volar es muy difícil de tratar si no experimentas la situación en vivo. La realidad virtual te traslada a esta situación de forma cómoda y fácil de manejar para el profesional. En otros contextos, como en el mindfulness, que no presenta ninguna dificultad para hacerlo en modo analógico, te aporta mayor riqueza de imágenes, sensaciones y control de estímulos por parte del terapeuta. Supone un gran valor añadido.